Este milagro sucedió en Cali, Colombia en febrero del 2007 en mi hogar materno. La historia se remonta hace aproximadamente 20 años cuando nos mudamos a nuestra nueva casa cuando yo tenía unos 10 años de edad. El mismo día en que nos mudamos mi mamá sembró en el jardín de la casa un árbol de nombre JABOTICABA, y que según la tradición de la época traía mucho amor en el entorno donde se sembraba y daría unos jugosos y apetitosos frutos. Pasaron los años y los años, y comencé a crecer al igual que el árbol. Pero algo sucedía, que el árbol no daba frutos. En el año 2004 vine a España, al siguiente año obtuve mi REALIZACIÓN DEL SER, y a los dos años regresé a mi casa materna para compartir tan maravillosa experiencia con toda mi familia. En los días que estuve en casa, mamá me comentó de que el árbol después de 20 años no dió fruto, y que tampoco esperaba que los diera. Yo le hable de las vibraciones Divinas, y que podían ser sentidas a través de nuestras manos, y que también se podía vibrar el agua para que esta se purificase. Le dije que intentaramos durante un par de días purificar el agua a través de las vibraciones Divinas y regarla sobre la raíz del árbol. Así lo hicimos. A los quince días yo regresé a España para retomar mis labores cotidianas. Después de 4 meses mi mamá me llamó sorprendida para comentarme de que en el jardín de la casa había un gran alboroto y revuelo de pajaros extasiados con la existencia de unos frutos que aparecían en la entrecorteza del árbol, ella no podía creer lo que veía, pues sólo se dio cuenta de que habían frutos por el cantar de todos esos pajaros que estaban disfrutando del manjar que les ofrecía el árbol. Y al final la tradición se cumplió, el árbol empezó a extender amor.
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